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domingo, 1 de julio de 2012

REUNIÓN TAPERSEX


REUNION TAPERSEX



El jueves estuve en un curioso sitio. Nunca había asistido a uno de ellos y fue la mar de interesante.
He aprendido un montón.  Se trataba de un tapersex.

 Llegué sofocada por el calor y con media hora de retraso.
Una veintena de mujeres de diferentes edades comprendidas de entre 20 y 60 años estaban alrededor de mesas con palomitas de colores, refrescos y trozos de deliciosa coca de crema, típica de las fiestas de Sant Joan en Cataluña.

De entrada la dueña de la cafetería, Pili, me presentó entre la veintena de mujeres.

-¡Aquí tenemos a una escritora!
A lo que yo rebatí…
- ¡Mira que de todo saco punta!
Risas y ambiente distendido en el que me sentí cómoda de inmediato.

Me pedí una cola bien fría con limón.

Eva era la sexóloga que presentaba el evento.
Era una rubia despampanante, muy bien vestida y una preciosa voz, inteligente sensitiva y una experta en su trabajo. Nos hizo desarrollar los sentidos de tacto, olor y gusto de una gama muy extensa de productos para el juego del amor. Fue fantástico. Muchos juguetitos pero vamos por partes.

Comenzó con un lubricante incoloro e insaboro. Lo extendíamos por el reverso de la mano notando lo fácilmente que se deslizaba…

Sacó sprays que también eran lubricantes con aromas tan dispares como coco, canela, naranja, fresa… deliciosos aromas que extendíamos por brazos y manos y que entre nosotras olíamos... hasta que Eva nos dijo que lo chuparamos... se comían se saboreaban...
¡Era increíble!

De repente Eva saco un frasquito...
Era pequeño; como el tabasco que ponemos a las bravas...

Era un afrodisíaco que comenzó a echar como loca en las bebidas de todas las que lo deseaban.

Empezaron a notar calor y mas calor... yo no quise... no tengo pareja ni sexo así que preferí no liarme con el poste de la luz de la puerta cuando saliera de aquella reunión tan curiosa que por primera vez en mi vida asistía.  ¡¡Ja, ja, ja!!

La verdad es que también me daba cierto temor… temor a lo desconocido… temor a mi misma… temor a todo lo que me enseñaron que era pecado o peligroso…

Apareció un pequeño bote; parecía un tarro de caviar .El olor era extraño... quizá con un punto mentolado pero no sabría definir con exactitud.

 Los sentidos se activaban con cada nuevo producto que destapaba aquella mujer experta en el sexo.
De nuevo otro curioso tarro. Tenía unas  propiedades asombrosas, casi un  milagro ¡sin que lo escuchen los religiosos!

Las mujeres más atrevidas que se decidieron a probarlo, se marcharon al lavabo con el botecito y retiraron con suavidad según aconsejó la sexóloga los capuchones del clítoris para aplicarse a continuación un pequeño grano de aquella crema blanca.

 El efecto era inminente... calor, despertar de la libido, hinchazón de los labios mayores cargados de sangre que activaban el deseo y levantaban el placer según comentaban las que lo hicieron.

A continuación sacó un pequeño aparatito y lo dio solo a las que se habían aplicado el granito de crema en el baño…
Se lo iban poniendo entre  las piernas y sus rostros mostraban que aquellas vibraciones de aquel juguetito junto con la aplicación del tarro les estaba proporcionando un placer maravilloso.
Alguien hacia fotos…
Era el fotógrafo del ayuntamiento para recoger imágenes del acto… un solo hombre entre tanta fémina, nos entró la risa picara, así que aquella reunión estaba resultando de lo más divertido que me hubiera podido imaginar…

Después tocó probar un perfume de  feromonas de un delicioso olor.
Aparatitos curiosos con nombres divertidos.

La bala vibradora fue ¡¡increíble!! Era un estimulador de clítoris que se ocultaba en un recipiente de látex sobre un aro que se introducía en el pene y que en la penetración iba estimulando esa parte de la mujer al tiempo.

El vibrador Makelele; grande, negro, con la punta morada y venas bien representadas.
 Beckmann; blanquecino...
¡Para gustos colores!
Pastillas para levantar el animo, objetos boomerang , falos divertidos fluorescentes de distinto formato, duros, semi rígidos, con brillantitos… fluorescentes, discretos como el llamado “secretaria” con una curiosa forma que no dirías fuera vibrador, si no un bonito objeto decorativo o un masajeador de espalda.

Sacó uno tan sofisticado que su sistema de movimiento hacia que unas perlas de su interior se movieran rotando, dando la sensación de que fuera realmente un pene contorsionado por las partes.
Aquel en concreto lo presento Eva como el no va mas de los vibradores ya que contaba con una especie de saliente para estimular el clítoris, un tamaño generoso y el prodigio del movimiento de las perlas en rotación.
 Conseguir varios orgasmos era asegurado según la sexóloga ¡garantizado!
 Nos enseñó pastillas que ayudaban a estimular y levantar el ánimo compuestas de Ying-Seng.
Un extensísimo abanico de posibilidades para parejas que la apatía de los años y el aburrimiento dejan el juego postergado cayendo en  la desidia.

También para mujeres solitarias como yo que quieren disfrutar del sexo hasta que aparezca un hombre de carne y hueso...

Nos habló de las bolas chinas y desmitificó la creencia para lo que habían sido creadas… nos hablo de la parte terapéutica… para que las paredes vaginales no se distendieran, para evitar las perdidas urinarias tan frecuentes en mujeres que han dado a luz y se van haciendo mayores…

Era increíble todo lo que aprendimos en poco rato…
Nos hablo de los romanos y como la representación del falo en la entrada de sus viviendas eran los indicativos del poder que ostentaban.

Aprendimos que en los  pueblos primitivos las entradas de las casas tenían forma de vagina para hacernos entender que el sexo forma parte de la vida misma y lo importante que es que lo cuidemos y que tomemos consciencia de nuestro propio cuerpo…

Tenia que marcharme al trabajo, así que no pude quedarme hasta el final… pero me llevé una nueva experiencia que quería compartir con vosotr@s ya que en mi educación todo tema sexual siempre ha estado mal visto y hoy por hoy a mis 46 años me doy cuenta de lo absurdo que resulta tapar algo así… tan inofensivo, bonito y terapéutico como una vida sexual sana, natural y llena de fantasía.
Dar una pincelada de color a nuestra vida… está en nuestras manos…


Rosa María Gómez

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