La sombra me mostró todo lo que necesitaba saber
Me explicó que no estaba sola, estaba conmigo misma, que era
muy distinto.
Me dijo que las decisiones que tomara serían del todo mías y
que me pertenecían por completo.
La sombra me informó que podría equivocarme y sacar de ese
error un aprendizaje para no volver a cometerlo.
La sombra aclaró que si acertaba daría un paso más adelante
para reafirmar mi autoestima.
La sombra me preguntó si estaba preparada.
Dudé…
Entonces mi perro la atravesó.
Recordé a Heráclito cuando dijo:
El agua de un rio no está dos veces en el mismo punto, todo
cambia nada permanece...
Y supe con certeza que estaba preparada a recibir los
avatares que la vida me tenían reservados.
Preparada para entender que todo está en una constante
evolución y que yo formaba parte de este cosmos aún siendo una diminuta figura
que no se ve en el espacio; mi posición esta aquí y ahora y como el que no
quiere la cosa seguí paseando al perro y deje de reflexionar…
Rosa María Gómez
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