NO AL TACÓN
No al tacón,
machacón.
La columna me lesiona.
La espalda me distorsiona.
Los callos y los talones
dolores llevo a montones.
Y total…
La seducción.
Si no llevas el tacón
¿Acaso no eres hermosa?
¿Mas esbelta, primorosa
¿Andando con zancos altos?
Caminando compungida
El ceño frunces suicida
deseando de llegar
a casa y de inmediato
lanzarlos lejos zapatos
que oprimen tú libertad.
Cogiendo las zapatillas
que siendo viejas, sencillas
los pies pones entre nubes
y la sonrisa aflora
a tu rostro buena hora.
En este mundo perdido
donde solo se aparenta
y lo que importa, atormenta.
La imagen, el exterior.
Modas de mediocridad
que condenan sin razón
acarreando cadenas
de ese maldito tacón.
Rosa María Gómez Vico.
No al tacón,
machacón.
La columna me lesiona.
La espalda me distorsiona.
Los callos y los talones
dolores llevo a montones.
Y total…
La seducción.
Si no llevas el tacón
¿Acaso no eres hermosa?
¿Mas esbelta, primorosa
¿Andando con zancos altos?
Caminando compungida
El ceño frunces suicida
deseando de llegar
a casa y de inmediato
lanzarlos lejos zapatos
que oprimen tú libertad.
Cogiendo las zapatillas
que siendo viejas, sencillas
los pies pones entre nubes
y la sonrisa aflora
a tu rostro buena hora.
En este mundo perdido
donde solo se aparenta
y lo que importa, atormenta.
Modas de mediocridad
que condenan sin razón
acarreando cadenas
de ese maldito tacón.
Rosa María Gómez Vico.
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