La lavadora se reivindica: pero ¿¿¿qué
os habéis creído??? Solo me abrís la boca para llenarme de inmundicias y luego
os retorno ropas limpias y perfumadas ¿y que recibo a cambio? nada, ni una
caricia ni una palabra amable ¿¿cuando alguien me ha a decir alguna cosita
tierna??? Bien que cuando me estropeo corréis raudos para arreglarme... ¡¡¡sois
unos desagradecidos!!!
LAVADORA, LAVADORA
Lavando nuestras
miserias
con frenético vaivén,
dando vueltas lavadora
nos perfumas el sostén.
Calcetines
apestosos
tornas limpios y lustrosos,
sudaderas, pantalones
faldas y chaquetones.
Las sabanas y almohadones
apretamos en tu boca.
alimento: detergente
y así te volvemos loca.
Con tus vueltas apremiantes
una vez todo acabado,
aceleras sin demora
activo centrifugado.
Y tan solo en una
hora
y con todo ya lavado,
ni una palabra, ni un beso
Jamás nadie te ha lohado.
En el rincón siempre
estas
apagada, quietecita;
solitaria tan callada,
esclava de nuestras prisas.
A tí amiga que
lavas
la ropa y el contratiempo,
te dedico este poema
del sentir de mis adentros.
Rosa María Gómez Vico